El cáncer de hueso en los perros, osteosarcoma.
El osteosarcoma es un tipo de cáncer de hueso que afecta a los perros, especialmente a medida que envejecen. Se caracteriza por el crecimiento anormal y descontrolado de las células óseas. Es una condición altamente agresiva y desafiante que afecta principalmente a las extremidades , aunque también puede ocurrir en otros huesos. Desafortunadamente, el cáncer de hueso en los perros se propaga rápidamente afectando su calidad de vida y reduciendo por mucho la esperanza de vida.
Relación con el tamaño y la forma corporal del perro.
Un estudio dirigido por la Escuela de Veterinaria de la Universidad de Bristol en colaboración con la Universidad de Cardiff y el Royal Veterinary College (RVC) sugiere una relación entre el tamaño y la forma corporal del perro con la incidencia del osteosarcoma. Se ha observado que las razas grandes y gigantes como los Rottweiler, Gran Danés, Pastor alemán y Rhodesian Ridgeback entre otras, tienen una predisposición genética a desarrollar este padecimiento. Se piensa que puede estar relacionado con el rápido crecimiento y desarrollo de los huesos en este tipo de perros.
Los perros grandes experimentan una tasa de crecimiento óseo más rápida en comparación con los de talla pequeña. Este crecimiento acelerado puede aumentar la probabilidad de mutaciones genéticas y errores en la replicación celular, lo que a su vez suele contribuir al desarrollo del osteosarcoma. Por otro lado, la carga adicional sobre las extremidades de los perros grandes aumenta el estrés en los huesos y favorecer el desarrollo de tumores.
Lo anterior no significa que los perros de talla pequeña estén exentos del riesgo. Aunque la incidencia de osteosarcoma en ellos es menor, siempre existe la posibilidad. La genética, la edad y diversos factores desempeñan un papel importante en la presentación de la enfermedad.
Las razas de perros grandes o gigantes tienen mayor predisposición a padecer cáncer de hueso (Imágenes: Pixabay).
Diagnóstico.
Para el diagnóstico del cáncer de hueso en los perros contamos con algunas pruebas, sin embargo, siempre comienza con la sinología que presenta el paciente inicialmente. Incluye claudicación, dolor y aumento de volumen en alguno de los miembros.
- Examen físico. El médico veterinario mediante la palpación notará en el área afectada un “bulto” firme y fijo,
- Estudio radiográfico. Las radiografías muestran una masa ósea, perdida de continuidad en el tejido y en ocasiones, fracturas secundarias al tumor.
- Tomografía computarizada (TC). La TC muestra una imagen más detallada del tumor.
- Resonancia magnética. Proporciona también una imagen más detallada del tumor y de los tejidos circundantes.
- Biopsia. Mediante la biopsia se hace un estudio citopatológico que confirma el diagnóstico de osteosarcoma.
El estudio radiográfico del área afectada es una de las pruebas que facilitan el diagnóstico de osteosarcoma (Imagen: Freepik).
Tratamiento.
El tratamiento del osteosarcoma suele consistir en una combinación de cirugía, quimioterapia y radioterapia.
- Cirugía. Es el primer paso en la eliminación del tumor. Se trata de extirpar el cáncerr en su totalidad, lo que por lo general, lleva a la amputación del miembro.
- Quimioterapia. Su función es destruir las células cancerosas que puedan haberse diseminado en el cuerpo.
- Radioterapia. Se utiliza para eliminar las células enfermas que hayan quedado en la zona quirúrgica.
Pronóstico.
Desafortunadamente el pronóstico en el cáncer de hueso en los perros es muy pobre.
Por lo general, el osteosarcoma sufre de metástasis temprana vía sanguínea. Se conoce que solo el 10% de los casos presentan metástasis macroscópica (visible), sin embargo, se ha demostrado que el 90% padece de metástasis microscópica (a nivel celular) al momento del diagnóstico. Por lo tanto, la amputación del miembro afectado es un paliativo para el dolor, pero no previene la diseminación metastásica que en la mayoría de los casos sucedió previa a la cirugía. Los pulmones son el sitio más común de metástasis en los casos de osteosarcoma y la tasa de supervivencia al año de los perros tratados con amputación y quimioterapia es del 45 al 50% (Para mayor información, dirigirse al artículo citado anteriormente).
Prevención.
No existe una forma segura de prevenir el cáncer de hueso en los perros. Sin embargo, se sugieren las siguientes acciones:
- Mantener al perro en un peso saludable. El sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de cualquier tipo de cáncer, incluyendo al osteosarcoma.
- Revisiones veterinarias regulares. Este punto es relevante, principalmente cuando el perro es mayor de 6 años. Considera que el envejecimiento de un perro en un año equivale entre 8 y 10 años de un humano.
- Ejercicio adecuado. Asegúrate de no someter a tu perro a un estrés físico excesivo, especialmente durante la etapa de crecimiento rápido.
- Monitorea cualquier cambio. Cambios en su comportamiento, cojeras, inflamación en las extremidades, etc.
- Limitar la exposición a la radiación. Es sabido que la radiación favorece la presentación de osteosarcoma.
- Elegir una raza de perro con menor riesgo de sufrir la enfermedad. No es la recomendación ideal ya que la selección de la raza se hace por gustos personales o la función zootécnica de la raza elegida, sin embargo, conviene agregarla.
Conclusión.
El osteosarcoma o cáncer de hueso en los perros es una enfermedad grave que afecta individuos de cualquier raza o edad. No obstante, los perros de talla grande tienen mayor riesgo. Si tu perro muestra cojera, dolor o hinchazón en alguna extremidad, llévalo con su médico veterinario a la brevedad. El diagnóstico y tratamiento temprano aumenta las posibilidades de sobrevivencia.